Nos despertamos esa mañana y un olor espantoso inundaba todo el espacio. Nauseabundos comenzamos a caminar por la habitación... cadáveres desparramados por todas partes. No entendíamos qué había pasado, tampoco teníamos tiempo de pensarlo, había que huír de ahí. Pisando con cuidado, salimos del recinto y el sol del mediodía nos daba de lleno en la cara. No podíamos recordar qué había sucedido, o cómo habíamos terminado ahí, sufríamos una especie de amnesia, y nos ardían los ojos.
Caminamos confusos por las calles adoquinadas, con la ropa manchada y nuestras caras estupefactas, ante la mirada despectiva de los pocos ciudadanos vivos que recorrían el lugar.
Nunca supimos fehacientemente qué nos llevó a terminar así, pero decidimos que en la próxima reunión de milimenses sólo vamos a tomar licuado de frutas.
Iván Stur.
6 comentarios:
No serian villeros? xD
Seba, el chiste se te ocurrió a vos, o lo estuvieron pensando con Baby Echecopar?
Se me ocurrio a mi, no le pedi ayuda a Baby ETchecopar. ;) Es justamente un chiste, ergo no hace falta tomarselo en serio.
Baby ETchecopar Baby ETchecopar Baby ETchecopar Baby ETchecopar Baby ETchecopar Baby ETchecoparBaby ETchecopar Baby ETchecopar Baby ETchecopar Baby ETchecopar Baby ETchecopar Baby ETchecoparBaby ETchecopar Baby ETchecopar Baby ETchecopar Baby ETchecopar Baby ETchecoparBaby ETchecopar Baby ETchecopar Baby ETchecopar Baby ETchecopar Baby ETchecopar Baby ETchecopar
Listo no vuelve a pasar
Que anda pasando aca che??
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