MILIME 6

Ah! del comienzo de clases.... muy románticamente nos acordamos de cuando nos levantábamos con la chocolatada caliente, nos quitaban las lagañas, metíamos en nuestra mochila (con motivos del dibujito que siguiéramos fielmente) los cuadernos con olor a nuevo, la cartuchera con lápices y goma de borrar, y partíamos hacia la escuela donde generalmente llenábamos hojas con dibujos de todo tipo en vez de apuntes... oh, nostalgia...

Ahora, que ya estamos grandecitos, nos toca levantarnos con la alarma del celular, desayunar algún café que con suerte dejó alguien ahí preparado y salir corriendo antes de que se dé cuenta, hacer cola y ver pasar 3 o 4 colectivos hasta que uno nos levanta, y aprovechar cualquier espacio libre para estudiar o hacer trabajos prácticos (esto sin contar los constantes cabeceos en horario de trabajo o el dineral que se hace el quiosquero con nuestro consumo de cafiaspirinas)

Pero (gracias “peros” por existir!) no todo es tan así! Nosotros, bienaventurados, seguimos viento en popa luchando contra las adversidades de la vida adulta, queriendo demostrarle al mundo que, tal como en nuestras épocas de sugus y tazos, seguimos preparándonos esa chocolatada caliente y haciendo los que se nos place sobre una hoja de papel!!

Y si señores y señoras del otro lado de este diálogo: este mes, decidimos adjudicarle a nuestro hermoso paquete milimesco el módico precio de $1... menos de lo que vale un chocolatín!! y que será donado a las imprentas más necesitadas para brindarles a ustedes algo que próximamente no solo va a ser agradable a la vista, sino también al tacto (suspenso...)

Gracias!! Y sigan sumándose, pronto dominaremos el mundo!! Uh no!! Eh... creceremos! Eso... Si... Creceremos!

Iván Stur.